miércoles, 3 de junio de 2009

24. 61 m.

(NC)
35 m. Giro el ordenador para no sugestionarme, como acordamos en la larga planificación. Seguimos, todos OK.
Estaremos por los cuarenta. Empiezo a sentir algo raro, como un mareo. Paramos. Me asusto. Le hago una señal a Alex, viene y me mira. ¿OK?. OK, pero con signos de que la cabeza me da vueltas. ¿Subimos? No, seguimos, insisto. Me coge. Me da seguridad. Mi cabeza va cada vez más deprisa, da vueltas y vueltas… Le aprieto la mano ¡NO estoy bien!… Me calma. No sé donde estamos. Tengo miedo. Me siento fatal, como sin fuerzas para aspirar el aire por el regulador, aunque compruebo con alivio en que cada inhalación me proporciona el chorrito vital sin problemas. Tengo la garganta reseca. Me molesta el paso del aire, pero si lo dejo de hacer, no respiro, y si no respiro…

Solo veo a Alex, agarrándome, intentando tranquilizarme. Los nervios se me han apoderado, mi cabeza es un molinillo de café acelerado de revoluciones. Horroroso. Estoy realmente mal, ¡¡QUIERO SUBIR, vámonos!!
Reconozco esta sensación de mareo. Hace casi un año, en un accidente de coche; escuchaba gritos alrededor “¡Habla! ¡No te duermas! ¡No te desmayes! ¡Di algo!”… Entonces no fui capaz y perdí el conocimiento. Pero ahora no estoy en un coche. ¡¡¡Estoy debajo del agua, y no es el mejor lugar para desmayarse!!! No puedo vencerlo, la cabeza va a plomo, quiere dejarse caer, dormir, apagarse... Es agotador, no aguanto más, estoy sin fuerzas… Alex está frente a mí, tan cerca, sujetándome con firmeza. Hago el amago de mirar arriba, me corta, me dice que ni lo sueñe, nuestros ojos en línea, nada más.
¿Voy a morir? ¿Me voy a quedar aquí abajo? ¿Merece la pena, de verdad? ¡Ahora no, por favor!… He encontrado esa persona única, en cuanto vuelva compartiremos casa, vida, ¡todo!… Con todo lo pasado, ahora ¿te voy a dejar? ¿Y de este modo? ¡¡No, por favor, AHORA NO, JODERRRR!!! Qué absurdo, morir así, sin ninguna necesidad, solo por bajar y ver cómo sienta la profundidad. Pues de puta pena, ya lo ves… el maldito nitrógeno está haciendo un batido con mis sesos, y parece que se lo quiere beber todo bien licuadito.

Morir. Debajo del agua. No quiero… aterra pensarlo, pero ahí está. Todo pasa tan despacio y tan deprisa a la vez. Solo pienso en ti y la angustia me corroe, ¡qué sinsentido!…
Alex insiste en que le mire… Y…¡¡Dios!! No, ¡él no!… creo ver el miedo en su mirada, ¡No puede ser!¡Él no puede estar asustado!
Esto me sacude.
¡Déjate de hostias y espabila, hay que subir y se pasará esta puñetera narcosis y el mareo y en superficie nos reiremos de todo!.
Hago un esfuerzo sobrehumano para no permitir que los párpados venzan y se cierren, por unas milésimas de segundo casi no veo, Alex es solo una rayita, así deben ver los chinos, pienso… No quiero perder el conocimiento, no puedo dejarle con este marrón… Esa mirada me ha tocado. Venga, no pasa nada, sube… ¡Da aletas!!Arriba!
Siento que poco a poco disminuye el malestar, ya no es tan fuerte, vamos subiendo. Me voy calmando, respiro mejor, también Alex relaja un poquito su expresión mientras me pregunta y le digo que OK… De repente, estoy perfectamente. ¡Es increíble! Empiezo a ver vida en las rocas. Paramos y veo un nudibranquio, chiquitito, ¡Qué bonito! Se lo señalo, me parece intuir una sonrisa de alivio detrás de su regulador.
Miro el aire. Con todo, no he consumido tanto, quedan 120 bares, eso sí, la botella es de 15. Estamos ya todos (mejor dicho, ahora los veo) haciendo paradas, buceando tranquilos. 20 m, 18 m… Miro el ordenador, marca deco, claro. Doy otro vistazo a la pantalla… Y me quedo de piedra…. No puede ser…. ¡Es imposible! Casi se me sale el corazón al ver la profundidad máxima: ¡¡61 m!!


Allí abajo, en situaciones duras, se aprende mucho. En unos segundos de tremenda soledad descubres algo así como el sentido de la propia vida.
Ahora sé que bajar con aire a estas profundidades es un error que no repetiré, pero fue una experiencia y no solo de buceo. Y es que bajo una enorme pared de agua salada de 60 m he sabido que estar en superficie es lo más importante que tengo por delante.