Espuma de blanca ola que golpea y calla, remolinos que devuelven lo que a ella se arroja………….quiero ser mar.
Para contar miles de historias de otros tiempos, para narrar las crónicas de tragedias pesqueras………quiero ser mar.
Recorreré todas las costas, todos los fondos abisales en perfecta oscuridad, acunaré entre mis brazos a los hielos infinitos……quiero ser mar.
Un poco más grande, un poco mas cerca, me dijeron en el curso al principio de mi andadura marinera. Todo es frágil, pica o muerde…no se toca. Pero ¿quién se resiste a la tentación de sentir la suavidad de cierta anémona o el áspero tacto de la piel del tiburón?.
También recuerdo el énfasis en la flotabilidad como medida de prevención de posibles barotraumas. Y sin embargo nadie me habló de la increíble sensación de volar que se siente a una cota estable. Cuando el mar te mece y te dejas llevar, cuando alguna corriente pasa ante ti el mejor documental de vida submarina que jamás hayas visto. O tal vez solo viendo las caprichosas formas y volúmenes de las burbujas cuando se elevan hacia la superficie… de eso nadie me habló.
Del binomio en esto del buceo como medida de seguridad, sin explicarme lo que se siente al compartir tu vida en manos del regulador de tu compañero, el que su mirada firme te infunda serenidad en momentos de pánico, en que puedas compartir con él lo vivido ahí abajo….tampoco eso me lo dijeron.
La majestuosidad del tiburón ballena seguro de su enormidad, la desafiante cara de la morena más curiosa que agresiva, el ahínco en defender su parcela del pez ballesta, la sutilidad y elegancia de una medusa al desplazarse………tantas cosas no me contaron.
El mismo sabor salado, distinto color azul, montañas sumergidas, volcanes incandescentes que azufran las profundidades más profundas, arquitectos de islas polinésicas vestidos de coral……..y yo sin saberlo.
Los mitos y leyendas que poblaron Ïtaca.
La Atlántida sumergida en nuestras mentes aventureras.
Guerras vikingas con cien cañones por banda, luchas titánicas con la ballena azul y el kraken de los abismos, barcos insumergibles que yacen derrotados en el fondo marino, historias infantiles de chanquetes y reinas de los mares……..desconocido mar mío.
Mar que acompaña mis soledades, que se ciñe a mi cuerpo cuando buceo. Mar de nubes evaporadas que riega campos y valles, que nos regala el agua que da la vida……… mar del que nacimos.
Pero algo se hace eco en mi cabeza.
Tal vez los vertidos emisarios.
Quizá la negra marea que tiñe el azul marino.
Pudiera ser la abusiva pesca que esquilma caladeros y especies
O tan solo el poco respeto del ser humano hacia su planeta agua.
Sea como fuere, ya no quiero ser mar.
martes, 20 de octubre de 2009
64. QUIERO SER MAR
buceo inmersiones azul mar
Primera edición,
RELATO