martes, 27 de octubre de 2009

71. MIS EXPERIENCIAS DE UN BUCEO RESPONSABLE

Quisiera poder relatar brevemente mis experiencias de 3 décadas de buceo, pero no va a ser posible sintetizarlo sencillamente en una pocas palabras que mi hijo entendiera ahora que quiere ser otro submarinista responsable. Sirva este escrito a modo de relato de mi experiencia. Mas me faltará por decir que lo que te diré.

I - GENERALIDADES DEL MAR COMO RECURSO TURISTICO
Muchas son las personas que disfrutan con el contacto o la cercanía del mar. Para ello puede haber una serie de razones, como son los múltiples deportes náuticos, la limpieza del ambiente marino, la curiosidad por un medio poco conocido, la posibilidad de desprenderse de la monotonía diaria, incluso de la ropa convencional.
Quizás el hombre moderno se acerca al mar con una idea preconcebida, un poco sugestionado por el hecho de ir hacia la porción del planeta donde aún son valiosas sus aptitudes naturales y donde son menos útiles las adquiridas. En alguna proporción, el mar puede liberarlo de la aglomeración, de la dictadura del reloj, de la comida usual, lo cual se ajusta plenamente a la mentalidad del vacacionista y del “lobo de mar voluntario”. Tal vez todo ello no sea más que una reafirmación de la tendencia ancestral del hombre hacia las costas (thalassoatracción) e indicaría que no sólo lo impulsaron factores económicos y ecológicos. El mar es distinto y bello.
J.Y. Cousteau descubrió la manera de bucear placenteramente en los jardines submarinos, cuando inventó el aqulung hacia mediados del siglo pasado. Entonces le llamó “El Mundo del Silencio” y hasta su mudez era atractiva. Hoy, luego de haber nadado en esos jardines de vida, cuando me sumerjo en los cementerios que han venido a ser, no tengo palabras para describir la repulsión que me causa la vaciedad y el silencio a mi alrededor. El silencio de una muerte amordazada que va extendiéndose por los fondos marinos.

II - GRANDES PROBLEMAS AMBIENTALES EN RELACION CON EL MAR.
En el mar están ocurriendo a la vez una serie de fenómenos, que determinan una pérdida genealizada de su fertilidad y productividad, su calentamiento, la acidificación de las aguas, la declinación en su calcificación, la muerte masiva de corales y peces, etc. Con respecto a ello, se está generando una abundante bibliografia académica y la prensa lo aborda, al menos marginalmente, casi a diario. En este relato solo te mencionaré los problemas someramente, porque nuestro objetivo es pasar a un reflexión y una propuesta.
El incremento de la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, documentado por expertos en cambio climático mayormente agrupados en el IPCC (International Panel on Climate Change), implica directamente el calentamiento de las capas fluidas (atmósfera y océano) mediante el efecto invernadero e indirectamente la acidificación de las aguas por un equilibrio químico complejo. Por ello, en el mar no quedarán suficientes iones de carbono para que los corales crezcan, pues no podrán formar su esqueleto de carbonato de calcio (CO3Ca). Eso no se frenará de inmediato dado que los actuales patrones de consumo de carbón, petróleo y gas, según está pronosticando la Agencia Internacional de Energía (AIE), incrementarán las emisiones de CO2 en un 57 % para 2030.
La mayor temperatura del agua ha provocado daños importantes y bien registrados a la Gran Barrera arrecifal australiana y a los corales del Caribe, con amplias mortandades documentadas en los ultimos años.
Esta película de horror, podría terminar en la destrucción total de los arrecifes de coral, cuando la acidez, enfermedades provocadas por el stress (blanqueamiento de coral) y otros factores derivados de los cambios antrópicos y del industrialismo, impidan la formación de sus enormes estructuras calacáreas.
Los arrecifes son el complejo de organismos vivientes más grandes del planeta, por su masa visibles desde el espacio. Su importancia biológica y económica es indescriptible. Ocupan menos del 1% de la superficie océanica , mas albergan el 25-33 % de las especies marinas.
Otro ejemplo de los problemas ambientales en el mar es la creación de áreas con escasez de oxígeno o zonas muertas. Muy pocos puede vivir allí. Esto ya está ocurriendo en el Mar Negro y el Golfo de México.
Los gobiernos y los políticos deben actuar ahora, aunque existan dudas de las causas y consecuencias de esto que antes te describía. Ellos asumen posiciones de líderes para enfrentar los problemas, no para viajar por el mundo en cumbres y tomarse fotos familiares.
Se produce hoy una situación que en algo recuerda la Europa previa a la II Guerra Mundial. Los políticos creían estar ganando tiempo, y la maldad se hizo de todo el poder. Si los llamados líderes, no toman riesgos para evitar una catástrofe y esta se hace presente, lo único que podrán hacer es mandar el ejército a que restañe algunas heridas y abra otras. Hay que tomar medidas ahora para reducir de inmediato y sustancialmente las emisiones de gases de efecto invernadero.
Para los que amamos el submarinismo, nos preocupa la complicada situación global, pero especialmente en ello un punto específico: la amplia degradación de los arrecifes y fondos marinos amenaza al buceo de manera tan grave, que este relato es una pálida representación de lo que mi mente quisiera comunicarte.
Cuando en la década de los 70 comencé a bucear, los fondos alrededor de mi país natal, Cuba, eran unos jardines pletóricos de peces de colores y bellos corales. Hoy, casi todo el Caribe está convertido en fondos muertos. No me alcanzan las palabras. Sólo una pregunta: ¿Somos tan obtusos, que continuaremos siendo parte de una cultura “light”, que no quiere responsabilizarse de sus desmanes?

III - LA INDUSTRIA DEL RECREO MARINO

No hay un cálculo mundial del valor que tiene el mar para la industria del recreo. Pero nadie duda de su papel decisivo, pues la infraestructura hotelera ubicada en las playas es inmensa. Todos sentimos la necesidad de disfrutar del contacto con las aguas del mar, de observar el continuo ajetreo de las olas y su sedante arrullo. Para muchos, vacaciones se traduce en mar.
A modo de ejemplo, el turismo en la Gran Barrera de Arrecifes (Australia), implicó un ingreso de unos 6.000 millones de dólares en 2006. Unas 500 millones de personas dependen de los arrecifes en el mundo.
Incluso, la economía de algunos pequeños países tropicales depende casi fundamentalmente de sus ofertas de sol y playa, dento de la que el buceo es esencial. Entre estos países, hay algunos en el Mar Caribe: República Domincana, Jamaica, Belice y la mayoría de las Pequeñas Antillas.
En los últimos años la utilización de los recursos turísticos del mar ha incluido una nueva modalidad: las giras de placer en cruceros, en todas las cuales se ofrecen tours de buceo y así el viajero va visitando distintas costas y países, a la vez que disfruta de la “vida marinera”. El surgimiento reciente del turismo en hoteles submarinos, acuarios con túneles transparentes y cintas trans¬portadores bajo áreas marinas de arrecifes, le adiciona atractivos a la actividad del submarinismo.

IV - EL BUCEO RESPONSABLE

Es un gran malgasto y una irresponsabilidad colosal, no insitir ahora en exponer a los miles de miles de submarinistas y turistas de playa, la real situación que existe bajo el mar. No se trata de convertir su viaje o cada inmersión en una clase de Ecología o en una serie de arengas ambientalistas. Pero no se debe permitir que los viajeros se aproximen de manera “light”, ocultando la tragedia en ciernes en el Mundo del Silencio.
Hay que destacar que la pesca submarina indiscriminada, el buceo incontrolado o lo que es peor, la acción de algunos piratas de las profundidades que dinamitan los arrecifes de coral para extraer unos pocos ejemplares, pueden causar grandes estragos entre los organismos marinos. El buzo irresponsable puede destruir con cierta facilidad, colectar los “souvenirs” más llamativos, introducirse en cuevas antes inccesibles para extraer coral negro, casi dejar desierta una zona. Algunos “arqueólogos” irresponsables pueden practicar el robo de piezas arqueológicas y así deteriorar pecios (barcos hundidos) que pudieran haber aportado más datos a la arqueología submarina.
Sin embargo, hay que señalar que gran número de descubrimientos arqueológicos submarinos han sido hechos por y con la colaboración de buceadores deportivos y arqueólogos submarinos aficionados. Y la mayoría de los buzos, tienen una consciencia ambietalista de manera natural, y la belleza distinta de los fondos es su principal motivación.
Debo resaltar que la actividad pesquera es una de las formas con la que el hombre se ha relacionado más largamente al océano. La pesca deportiva es practicada hoy por millones de personas, unos lo hacen de forma incidental y los menos como una práctica cotidiana. Hay quien lo hace tomándolo como un pasatiempo de fines de semana o de vacaciones, mientras que para otros es un hobby por el que pueden apasionarse y para el que pueden disponer de grandes sumas de dinero y cada minuto de que dispongan.
Se puede decir que la pesca deportiva ha dejado de ser obra del ingenio del propio pescador, ya que ha nacido una industria y comercio que lo suple cada día con una mayor diversidad y calidad de productos y servicios, entre los cuales se encuentran artes y equipos de pesca, servicios de embarcaciones, casas de campaña, taxidermia, complementados por la gran infraestructura turística.
Se puede decir que tenemos las dos posibilidades extremas. Cuando el hombre cuenta con ingenios poderosos como el equipo de buceo autónomo (SCUBA) puede actuar como un visitante educado y cuidadoso o tranformarse en un gamberro tecnologizado, para perseguir o localizar con cierta ventaja a la presa, o extraer con facilidad los organismos del fondo, localizar un pecio, dinamitar un arrecife.
En muchos países está prohibido el uso de escafandras para la pesca submarina pues el pescador tiene demasiadas ventajas sobre la presa. Un ejemplo de la “eficiencia” de la pesca submarina para devastar un área, es la actual escasez de presas en el Mediterráneo, una de las zonas donde con más intensidad se ha practicado el submarinismo.
Hoy en día se debe proponer que las actividades de submarinismo sean a la vez conservacionistas, por lo que se debe impulsar el buceo responsable, conocedor, contemplativo, la fotocaza o toma de fotografías y películas y que se impongan estrictas regulaciones para que se efectúe un submarinismo ético en todos los países.
En países del Caribe, desarrollar a profundidad este concepto puede ser la piedra de toque de la sostenibilidad de sus economías asentadas sobre el turismo y éste en actividades de buceo. Un turismo responsable alejado de simples aventuras y ligerezas, que sea turismo cultural, enmarcado en parámetros de Responsabilidad Social Corporativa (RSC).

V- 30 AÑOS DE BUCEO.

Tal vez sea mas fácil y comercial cerrar los ojos a lo que está sucediendo y concentrarse en ofrecer tours de buceo que consideran el fondo del mar como un mero escenario para turismo de aventura. Para ello se seleccionan sus partes aún bellas y atractivas, lo que queda de aquellos jardines marinos.
Nada malo habría en realizar estas actividades si el buzo-guía aporta al buzo-visitante datos de lo que fue y lo que puede ser. Si se toman medidas profesionales para la sostenibilidad de las actividades y se recalca que estos sitios de buceo son los restos de lo que fueron grandes extensiones de jardines submarinos. Si no se le explica el cuadro general, se le oculta al visitante que lo llevan por un acuario sin cristales.
Lo equivocado es ocultar la situación general y cobrar elevadas sumas por conducir a turistas a bucear a áreas bajo la figura de Parque Nacional u otra forma de Area Protegida, donde además se pueden atraer los peces con dispositivos de concentración, tales como estructuras artificiales en el fondo o tubos de carnada. De esta manera, se le está ofreciendo al visitante una imagen intencionalmente distorsionada del estado de los fondos, hasta faltándole el respeto llevándolo a bucear en verdaderos basureros sumergidos. Eso además de ser poco profesional, es inmoral.
Independientemente de que el buceo sea una manera de deporte náutico y de turismo de aventura, es imprescindible brindar al buzo-turista, una imagen real de lo que está pasando. Y que los cursos y libros de buceo insistan en ello muchísimo mas de lo que están haciendo.
El insuficiente conocimiento y tratamiento actual de las crisis ecológica en el mar, puede acabar con las posibilidades de tomar medidas efectivas para asegurar esta actividad en un futuro.
No es cero la probabilidad de que esta crisis devenga en catástrofe y dentro de algunos años, tu hijo, visites solo grandes extensiones de cementerios marinos. Ello puede tener graves consecuencias para los equilibrios planetarios y la productividad de los mares, pero obviando sus resultado concretos para la fisiología planetaria, sería un motivo de gran vergüenza para mi que tu hijos me preguntes ¿Y tu qué hiciste para evitar ésto? Y no tenga gran cosa que responderte.
El problema se sale de las manos de los directamente vinculados al mar y tendría que ser enfocado en su integridad planetaria. Muy precupante es el volumen de desechos que llega al mar, principalmente a través de los ríos. Actualmente las regulaciones sobre vertimientos, responden mayormente a legislaciones nacionales aunque el Océano no tiene fronteras. Y a cualquier marino irresponsible “se le cae” por la borda un tanque de desechos químicos.
La nueva Ley del Mar que surgió alrededor de 1982 propugnó la generalización y uniformización de la concepción de las 200 millas como Zona Económica Exclusiva (ZEE). Sin embargo mucha de su intención de administrar sosteniblemente los recursos pesqueros por los países costeros, es hoy letra muerta y se habla de descenso generalizado de las pesquerías, peces contaminados con mercurio, etc.
Por lo general, los medios de difusión masiva reflejan llamados en contra de la contaminación a resultas de catástrofes locales prontamente olvidadas (un tanquero que encalla, una marea roja) y que sólo vuelven a recordarse cuando ocurre otro pequeño desastre, la muerte masiva de animales en un sitio u otros indicadores de la tendencia degradadora. Si solo nos preocupados por los fuegos artificiales, no podremos distinguir los obuses de la paulatina conversión de los mares en una sopa química, donde sustancias de todo tipo están presentes y entran en interacción o sinergia negativa, produciendo una cierta toxicidad multiplicada.
El problema ecológico del océano va más allá del daño a sus recursos naturales o a la calidad de sus aguas. Podemos hablar de muerte del mar, un enorme desastre que hipotéticamente elimine gran parte de los organismos marinos, comenzando por el vulnerable fitoplancton, lo que desembocaría en la ruptura de su papel como sumidero del CO2 y como fuente de oxígeno. Ello se reflejaría de inmediato en la estructura de la atmósfera por lo que más que de la muerte del mar, se trataría de grave enfermedad de la biosfera. El certificado de defunción, que nunca nadie llenaría, diría: asfixia mecánica del mundo (Gaia según Lovelock).
Todo indica que en un futuro se avanzará en obtener del mar mayor producción mineral y energética, así como en utilizar los espacios marinos para construcciones. Ello sólo se hará de manera racional y sostenible si se tiene especial cuidado en conocer previamente los impactos, evitarlos en lo posible o minimizarlos cuando sean inevitables.

VI. LA PROPUESTA

La industria del turismo, solo podrá supervivir si plantea de manera muy enérgica y activa el BUCEO RESPONSABLE como una de sus prioridades. Los buzos participarían no por un mandato autoritario sino por las evidencias de que están perdiendo su medio de vida, en la vida marina degradada en silencio.
Ello aprovecharía el gran interés de muchos en el buceo y debería corresponderse con un cuidadoso control de los problemas ambientales del océano, de la contaminación (puntual y difusa), aplicando las bondades sinópticas de la teledetección y masificar el empleo del maricultivo tanto en aumentar la abundancia de ciertas especies de amplia demanda (por ejemplo, los salmones) como para regenerar determinadas poblaciones afectadas (por ejemplo, granjas de quelonios).
La solución de los problemas del océano no puede encararse como un asunto sectorial, aislado o tecnológico. Por el contrario, sólo se le puede concebir como parte de numerosos problemas globales que se deben solucionar al unísono. Se impone ante todo la necesidad de mayor racionalidad en el uso de los recursos naturales, ya sean marinos o terrestres, en medio de una cultura globalizada que no favorezca la dilapidación y el derroche. Se requiere de la aplicación a fondo de las bondades de la Evolución Tecnológica, poniendo por delante las aproximaciones y concepciones holísticas de la Ecología humana.
Por otra parte, el mejor empleo del océano depende de múltiples acciones como son el uso de tecnología apropiada que incluya aparatos diseñados de modo similar a los de la cosmonáutica. Hay que destacar que los países más avanzados respecto al cosmos, son los que a su vez marcan el paso en el conocimiento o empleo del mar. Y son los sectores mas educados de su población los que hacen buceo, asi que es lógico plantear que miles de buzos altamante educados y a la vez preparados tecnológicamente, sean la vanguardia de un BUCEO RESPONSABLE.
El problema del aprovechamiento de los recursos marinos y de la salud del océano, realmente es parte de un problema mucho más general. La relación Océano-Hombre en un sector importante de la interrelación entre el Hombre y la Naturaleza, parte del problema del tratamiento del Hombre por el Hombre.

VI. PALABRAS FINALES PARA MI HIJO

La actividad humana está cambiando la química del océano. El buceo como forma de educación masiva, es otra vía para ir adelante en esta confusión.
El avance de la ciencia y el conocimiento acumulado se incrementa, pero es bien pequeño e inservible si se queda como una propiedad exclusiva, de círculos cerrados. Las medidas que se deben tomar, afectarán a millones, pero no hacer nada los afectará mucho más. La profundidad y continuidad de las investigaciones requerirán subvención pública. Miles de buzos, educados y responsables, serán un factor clave. El ser humano que no es un especialista, no solo se merece una explicación, sino que la debe exigir. Porque saber es poder.
Al menos, hijo, te lo he relatado como mejor he podido.
El concepto de BUCEO RESPONSABLE es imprescindible para que puedas ver algo de lo que alguna vez creí era eterno. ¿Lograremos que puedas bucear, como yo lo hice, en esplendorosos y extensos jardines submarinos?