domingo, 27 de diciembre de 2009

106. EL DÍA DEL TIBURÓN

17 grados de temperatura, diciembre, el mar está en calma.
Hacía ya 3 meses que no apuntaba en mi divelog nuevas experiencias y estoy con muchas ganas de contar mi dia de mar. Hoy fuí con 3 compañeros de aventuras que han visto conmigo muchos pecios, el mas impresionante el thistlergorm el cual conocia por los documentales pero cuando lo ví con mis propios ojos me quedé estupefacto de la impresión que da ver el carguero con todos los objetos que llevaba, las motos, fusiles, coches y hasta una locomotora.
Pero en el rojo no es solo eso lo que me fascinó, su fondos de corales y su diversidad de peces lo convierte en un paraíso para los buceadores, por no hablar de la temperatura tan agradable del agua que hace que no quieras salir nunca.
Hoy al rojo no va a poder ser pero para agosto no me lo pienso, hoy nos hemos reunido para ir a a Lloret, que quiero probar la nueva cámara de vídeo y tengo muchas ganas de grabar. Las mujeres hoy no se han querido bañar que dicen que el agua esta fria para ellas, siempre tienen alguna excusa... pero tienen ganas de hacer la coña y nos han hecho vestir con el traje de papa noel por encima del traje de buceo, nos hemos hecho fotos en poses divertidas y para el agua nos hemos ido entre risas de ellas por detrás.
No me he puesto el traje seco porque es incomodo para llevar la camara de video pero mucho frio no he pasado.
Los compañeros no si era por el traje rojo pero se han acercado a un banco de peces que no se han movido del sitio, han estado junto a ellos y me ha quedado el video genial porque estaban para morirse de risa mirando los dos simetricamente puestos uno delante del otro y los peces sin inmutarse.
No ha faltado de nada debajo del agua nos hemos llevado hasta el cava, nos quitabamos el regulador y a chupar de la botella y es que para nosotros ir a bucear es como para otros ir al bar, una reunión de amigos y que no falte de nada.
Pero el momentazo del día ha sido cuando nos hemos topado con un tiburón, esto si que no me lo esperaba, después de mas de 100 inmersiones en Cataluña por fin un ejemplar, avisé a mis compañeros y vinieron ipso facto para contemplar el bello ejemplar de unos 40 centímetros que tenia delante. Parecía de la misma escuela del ejemplar de la película de Spilbert porque se dejó filmar estupendamente y hasta los compañeros se pusieron al lado para que los grabara, así ya tienen anécdota para contar a sus futuros nietos.