Nací en el seno de una familia humilde muy precipitadamente y con mucho amor pero con muchísimas carencias, sin ilusiones, ni futuro de estudios. Mi meta (la de mis padres) era ponerme a trabajar lo más pronto posible para ayudar en la casa.
A mis maravillosos catorce años fue cuando tuve la gran suerte de conocer a mi primer y único gran amor, él y solo él me ayudo a seguir adelante. A los diecisiete años me case embarazada con el que hoy es mi marido, hace ya 21 años y a los seis meses de embarazo perdí a mi niña (Como les digo mi vida siempre fue muy precipitada).Me fui a vivir a otro pueblo, con otra gente sin conocer a nadie y sin ninguna ayuda ni apoyo de nadie. A los siete años fruto de un gran amor nació una hija maravillosa llamada Carolina lo malo era que llegaba en el peor momento de nuestras vidas ya que montamos un negocio y nos arruinamos por completo. Pero ella nos dio fuerza y con el amor de los tres seguimos adelante.
Carolina me recordó un poco mi infancia y no me gusto nada, pensé que tenía que superarme día a día por mí, por ella, por todos y no iba a conformarme con poca cosa porque yo quería lo máximo para mí y mi familia. Tuve la suerte de entrar a trabajar en una gran empresa, los fines de semana trabajaba de camarera y por las noches estudiaba para sacarme el E.G.B. nada fácil pero ahí estaba el, mi gran amor, el amor de mi vida que siempre estaba allí para ayudarme y apoyarme en todo. A los seis años entre en otra empresa muy importante, fija con un buen salario. Al final conseguí mi estabilidad profesional y personal ya que con el trabajo de los dos conseguimos nuestro gran sueño, una casa propia, una estabilidad económica y muchísima felicidad.
Pero un día conocimos a un chico que le encantaba el mundo del submarinismo y así fue cuando mi gran amor se adentro en el. Comenzó poco a poco y después de unos años ya era Divemaster. Yo por mi parte no lo entendía pero no decía nada, era bonito que al menos tuviera una ilusión, una afición, incluso le llegué a tener una pequeña envidia sana. El problema fue que comenzó con el grupo de amigos a irse los sábados, después ya eran sábados y domingos……y de aquí se pasó a los viajes con el grupo de amigos. A mí la verdad no me importaba nada, nunca me habían dejado sola y la verdad me gustó ya que me dedicaba a mi hija y a mi casa y, ¿porque no? también tiempo libre para mí. El problema era que yo no tenía ninguna afición personal y con el paso del tiempo llego mi gran temor que siempre ha rondado por mi cabeza ¡¡ LA RUTINA!!.
Pero como siempre, llegó mi tabla de salvación, mi gran amiga Carmen me dijo que en el mes de marzo se iban una semana de crucero por el Mediterráneo con un grupo de once chicas y me pregunto si quería ir con ellas, me lo pensé lo hable con mi marido y me animo a unirme al grupo, les dije que sí. Nunca en mi vida había salido de viaje a ningún sitio y la verdad es que me daba pavor pero me fui con ellas. Un día por la mañana estando en el crucero me sentía sola y vi una ventana impresionante en donde se visionaba perfectamente el gran océano azul me senté en una comodísima butaca frente a él y me di cuenta que era lo más bonito y al mismo tiempo misterioso que nunca había visto en mi vida, yo no quería perderme ese mundo tan maravilloso que tantas y tantas veces me explicaba mi marido, así fue cuando me decidí que ese año yo también bucearía.
También descubrí que la vida no solo era familia y trabajo si no que yo quería tener ilusiones y al mismo tiempo las quería compartir con mi marido. Cuando llegue del viaje muchas cosas cambiaron, y llego el momento una noche le dije que quería hablar con él, era el mes de junio hacía calor estaba temblorosa ya que siempre me decía que le encantaría que fuera su pareja bajo el agua, pero no sabía si le gustaría la idea, ya que yo para nadar era muy torpe y patosa, nos sentamos en nuestra terraza y le explique todas mis inquietudes y dije que me gustaría experimentar con el todas esas sensaciones que tantas y tantas veces me explicaba a la llegada de cada inmersión que realizaba, y me dijo que si!!!!!.
Era un sábado por la mañana yo estaba sentada en la terraza de mi casa cuando veo a mi marido llegar con un equipo de buceo y me dijo que era para mí!!!! Me volvía loca, la emoción me envolvía todo mi cuerpo ¡y tan solo era para realizar mi primer bautismo! Primero me explico muy tranquilamente y con mucho amor la parte técnica del buceo. Me puse el equipo con la ayuda de mi marido y me ayudo a bajar con muchísima delicadeza por las escaleras de la piscina y poco a poco empezamos a sumergirnos me enseño a controlar la flotabilidad a quitarme el agua de la mascara, etc. Y cuando salimos me dio un beso y me pregunto si estaba bien, ¿bien? Estaba pletórica pero yo quería algo mas necesitaba entrar otra vez y al día siguiente lo repetimos y me dijo que el fin de semana siguiente me enseñaría una calita preciosa que está a media hora de casa. Esa semana estuvo explicándome toda la parte técnica y practica del buceo viendo videos y leyendo libros de buceo. La noche del viernes al sábado no pude dormir con el temor de fracasar ya que no quería decepcionar a mi amor ni a mí misma.
Y al final llego el gran día era sábado por la mañana con un sol radiante y sin nada de viento, con el estomago en un puño cargamos los equipos en el coche y nos fuimos a la aventura ¡¡¡¡a mi gran aventura por primera vez en mi vida me sentía especial!!! Llegamos a una calita preciosa con muchísimos árboles centenarios y descargamos los equipos. Mientras tanto mi amor me enseñaba como montar el equipo yo no podía creérmelo estaba a punto de cumplir mi sueño tenía el corazón en un puño y nos adentramos al mar me puse las aletas nadamos un poquito hacia el fondo y cuando paramos me pregunto si estaba bien, me miro a los ojos y dijo…cariño no tengas miedo y confía en mi me cogió de la mano y empezamos la inmersión.
¡¡Dios mío¡¡¡ ¡¡qué bonito!!! ¡¡que paz!!! El silencio era impresionante sólo interrumpido por el sonido de mi corazón que al principio latía muy rápido pero poco a poco se fue tranquilizando. Comenzamos a bucear cuando ya pude controlar la flotabilidad empecé a disfrutar, nunca en mi vida podía imaginarme que el fondo del mar fuera tan bonito. La visibilidad era perfecta yo iba al lado de mi marido cuando vimos unas rocas en forma de puente y me hizo pasar por debajo y ¡¡¡allí estaba!!! Un lenguadito con unos ojitos saltones mirándome que parecía que me daba la bienvenida, al minuto nos encontramos con un banco impresionante de peces que ni sabia el nombre pero me daba igual mi marido me dijo que no me moviera y ellos al principio muy tímidamente se acercaron a mí y me rodearon hasta el punto de curiosidad por parte de ellos rozarme las manos y cuerpo. Yo no podía ni creérmelo enseguida pensé en mi madre mi amiga Carmen mi hermana mis compañeros del trabajo ¿Cómo se puede ser feliz sin conocer este momento mágico? Es un mundo donde solo existes tú y el fondo marino. Allí rodeada de toda esa inmensidad de pequeños peces de diversos colores y con el gran amor de mi vida me di cuenta que VOLVI A NACER EN EL FONDO DEL MAR. Nos adentramos hacia las rocas y allí escondidos estaban los erizos de mar con colores diferentes marrones, lila, negros. Joan cogió un erizo le clavo el cuchillo y llegaron los peces de todos los lados, pequeños, grandes no importaba su tamaño eran de colores azules naranja y rojos era como estar dentro de un acuario artificial, al mismo tiempo era como si las ortigas de mar bailaran al mismo son con todos ellos, continuamos y vimos un grupito de castañuelas y allí descansando tranquilamente en una roca una escórpora roja preciosa, más abajo el rey!! la elegancia de un mero mediano que me miraba, dios que impresionante!!!! Y al lado en la cuna de una roca un gran descubrimiento una liebre de mar!! No podía ser era preciosa!! Pero entonces mi marido me dijo que teníamos que salir, como siempre lo bueno termina y mi primera inmersión termino a los 52 minutos cuando salimos nos dimos un beso y allí nos prometimos ser pareja de buceo para siempre.
miércoles, 30 de diciembre de 2009
121. VOLVER A NACER EN EL FONDO DEL MAR
buceo inmersiones azul mar
Primera edición,
RELATO