Finales de Julio.
Amanece un nuevo dia. Uno como tantos otros, pero para mi diferente.Es domingo y despues de una larga y dura semana de idas y venidas en las tareas diarias, toca hacer lo que mas me gusta.
Sentado en la cama, terminando de vestirme, miro hacia atras y alli esta ella. El cabello alborotado cubre su cara y un camison corto color turquesa deja al descubierto sus piernas largas y sedosas.
Me giro y paso mis manos por su vientre, que con el transcurrir de los dias y las semanas va creciendo de una forma prominente.
Al sentir el contacto abre sus ojos y nos miramos de una manera complice y dulce.
La estancia se inunda de un olor indescriptible, suave y embriagador que nos transporta a una lujuria contenida.
Ella sin apartar la mirada, posa sus manos sobre las mias y susurra calidamente:
-- Estate tranquilo. Buceara.
Sonrio y me marcho. Ella me deja ir. Sabe que siempre volveré.
Magico mundo que nos atrapa y nos atraviesa cual daga en mantequilla. Azul eterno y profundo que nos hace renunciar a casi todo.
Alli abajo... el silencio, la paz, el sosiego imposible que nos traslada por unos minutos sublimes a ese sentimiento de complacencia que ojala nunca terminen.
Pero, ¿que tendra esto Dios mio?. El que no lo ha sentido en su piel no sabe contestar.
Nosotros tampoco.Solo sabemos lo que sabemos. Muchas horas de pensamientos, sueños, noches en duermevelas, deseos, sensaciones.
Han pasado los años. Muchos inviernos con sus veranos, y mas dias con sus noches. Y ese sueño que un dia, un amanecer de finales de Julio, junto a la alcoba yo tuve, se desvanece.
Se diluye. Mi "pequeña" Maria sigue sin bucear.
Lo he intentado de todas las formas imaginables, con fe ciega, con ahinco, por lo humano y por lo divino, y no ha podido ser.¿Que le habra impulsado al ser mas importante de mi vida a no compartir conmigo ese sueño azul? ¿Que habre hecho mal para que no sea mi sirena preferida?
Hubieras descubierto pautasy comportamientos mucho mas enriquecedores y sensibles que aqui, en la tierra de los mortales, por la cual pululan libremente depredadores y especies peligrosas de las que deseo librarte.
Y hoy con los años, vuelvo a casa de una de mis andanzas por esos mares benditos. Por esos fondos de terciopelo y sal. Por esos pecios, vestigios de historia y muerte. Por esos arrecifes iluminados eternamente. Todos estos sueños hija mia, eran para ti.
Y alli estas tu. Paso mis manos saladas por tu vientre, que ultimamente crece mas rapido de la cuenta, al igual que hiciera con tu madre mucho tiempo atras. Me miras, te sonries y no dices nada. No hace falta. Mis ojos se humedecen de emocion , y por un momento cabalgan por mi mente toda una vida de sensaciones, vivencias bajo el mar, y deseos, querida Maria, que no llegaron a cumplirse.
De nuevo, la historia se repite.
miércoles, 16 de diciembre de 2009
96. MANOS DE SAL.
buceo inmersiones azul mar
Primera edición,
RELATO