martes, 29 de diciembre de 2009

109. VOLVER AL GRAN AZUL.

La mañana era fría, pero al mirar hacia el horizonte Carlos atisbó que el sol intentaba despertar de su letargo diario, las gaviotas ya graznaban y sus incómodos chillidos se oían en toda la bahía. Según se acerco a la puerta del pantalán vio a lo lejos a su pequeño barco, -¡ hay si este balandro pudiera hablar!- pensó , tantos y tantos momentos vividos sobre este pequeño cascaron, tranco la puerta mediante el gancho y giro para volver al coche , abrió el portón trasero y saco la gran caja hermética con infinidad de pegatinas en múltiples idiomas símbolo de sus innumerables viajes para disfrutar de los mejores y mas variados fondos marinos, seguidamente cogio la botella y el pequeño carrito que usaba para transportarla. Cerró el maletero, sujeto firmente la cuerda del cajón y el carro en su mano izquierda y empezó a andar en dirección al barco, los miles de veces que había pasado por encima de aquellas viejas tablas que parecían quejarse a cada paso que daba, pero aquella era una mañana especial, había tomado una decisión largamente meditada y por fin la iba a llevar acabo. Se detuvo junto al enroñecida y deteriorada bita , dejo la caja en el suelo y agarro el cabo para soltar el amarre de proa , la mar se encontraba tranquila y bella como le gustaba decir, apoyo el pie en la bancada que tenia en popa y salto al interior seguidamente cogió sus útiles de buceo y los fijo a las gomas que tenia en el costado de babor para que no se movieran en el trayecto que iba a comenzar, se acerco a popa y soltó el cabo , se introdujo en la pequeña cabina saco la llave con la imagen de la virgen del carmen, esa que tantas veces le había sacado de múltiples problemas, la introdujo en el contacto y giro la llave , el viejo motor Perkins de 150 caballos empezar a rugir , pero como siempre a la primera no arranco, -¡vamos viejo hoy es un día especial!- espeto, a la segunda tiene que ser la buena, - pero no aquel viejo motor era mas testarudo que su amo y no arranco,- maldita sea tu estampa- , bramo giro y volvió a girar la llave y nada el motor tosía , carraspeaba pero nada mas, y al fin a la décima un temblor sacudió el pequeño barco y el viejo motor empezó a rugir, - bien viejo bien.- dijo mirando el pequeño rebujo de espuma que salía por la popa, giro el timón, subio la palanca de aceleración y empezó a separarse del pantalón , a lo lejos hecho una ultima mirada a su viejo Land Rover gris y comprobó el mal estado en que se encontraba el viejo 4x4, eso sí, viejo por fuera porque bajo esa ruinosa chapa su fuerte motor DKV jamás le había dejado tirado, fijo su vista en un yate que entraba y como todos lo nuevos patrones entraba a mas velocidad de la debida, este puerto era traicionero a nada que te salías del canal destrozabas la hélice contra alguna de las rocas que yacían en el fondo, según pasaba junto al flamante barco una mirada de desprecio salía de sus ojos , malditos nuevos ricos., este era un puerto tranquilo hasta que empezaron que venir y amarrar sus grandes y potentes barcos, ya todos lo viejos pantalanes habían desaparecido y en su lugar nuevas plataformas con tomas de agua y luz salían por todas partes. Giro el timón para esquivar la punta del muelle y apunto la proa al sol que asomaba tímidamente por el horizonte, y le empezaron a invadir los viejos recuerdos de otras épocas en que todo era perfecto, en que el único problema era buscar nuevos sitios de buceo, de las locuras que había hecho para conseguir unas pocas pesetas para poder ahorrarlas y poder ir a la otra punta del mundo a encontrar los mejores sitios de buceo, como con quince años dejo su casa para embarcarse en un carguero griego con rumbo a China, que duro fue aquel día ver a su madre como se hacia pequeña en el muelle, llorando y gritando su nombre pidiéndole que volviera que se quedara en casa pero no ya lo había decidido y cuando Carlos tomaba una decisión nunca se echaba atrás. En aquel barco realmente se hizo hombre su niñez se quedo entre alguno de aquellos hierros, recordó como el capitán Taotopupulos le tomo bajo su brazo y le enseño como esquivar los temporales, como buscar el mejor rumbo solo guiándote por las estrellas y a quien había que rezar cuando los olas eran varias veces ,mas altas que el mástil del barco, era un tipo simpático el capitán Tato, como el lo llamaba para evitar ese galimatías de nombre, lastima que en el puerto de Luang se encaprichara de la única camboyana que no debía y acabara con siete cuchilladas flotando en la bahía, otra cosa queaprendió.
.-nunca te enamores de la mujer del jefe de la mafia local siempre te traerá problemas-. bueno mejor dicho cualquier enamoramiento te traerá problemas. Pasando por las islas de Hawai fue donde descubrió por primera vez el buceo en aquella pequeña isla que se detuvieron por un problema con una de las válvulas y tuvieron que estar allí, en aquella paradisíaca bahía durante dos semanas. Todos los días según terminaba sus tareas se lanzaba al agua a bucear con los buscadores de perlas, era impresionante como llegaban a bajar a treinta metros y subían seguidamente a respirar, eso si su vejez era muy dura los esfuerzos del buceo les pasaba una gran factura les dejaba, sordos, medio ciegos y artríticos. Allí Carlos empezó a disfrutar de los fondos coralinos y donde decido que su vida giraría en torno a este deporte. En el siguiente barco que embarco, un pequeño gasero con ruta fija entre Hong Kong y Sydney.Cuando llego a Australia decidió quedarse allí, se acerco a una pequeña taberna y pregunto en su ingles rudimentario si había forma de trabajar, la respuesta fue afirmativa y eso no le faltaría en Australia había trabajo por doquier, empezó de camarero.,luego carpintero, pastor de ovejas, esquilador profesional, conductor de trenes de carretera, talador, y finalmente instructor de buceo. En los pocos ratos que tenia en los diferentes trabajos entablo amistad con el dueño de un pequeño club de buceo en Byron Bay y poco a poco empezó a aprender todos los secretos de este deporte hasta llegar a la categoría de instructor, finalmente el dueño del centro de buceo le ofreció asociarse y trabajo continuo llevando a los buceadores que llegaban de todas partes del mundo a escudriñar la gran barrera coralina. Pero como siempre en su vida, no era hombre para establecerse en un sitio fijo. De Australia se marcho a Indonesa de ahí a Bora Bora, luego California, México, Cuba ,……hay Cuba que buena época, allí conoció a su único y gran amor Elisa la caribeña mas bonita que había en todo la isla, Elisa era la parte que le faltaba ella era juiciosa, sensata y alegre siempre sonreía, eso sí, siempre con la sonrisa, hasta el ultimo momento que con una preciosa sonrisa me dijo .-Carlos cuídate y se feliz este viaje lo terminas tu solo y allí donde este te estaré observando. Elisa que una noche en Malecón le pedí que se casara y por diez veces me dijo que no, pero al final tras seis días de repetir incansablemente la misma pregunta accedió y en una pequeña ermita de Cala Chica nos casamos.Una semana después estábamos juntos volando camino de Argentina, Elisa no buceaba pero siempre le acompañaba. .-Que imagen salir del fondo marino y ver esos preciosos ojos marrones-. de un color similar al cuarzo ojo de gato, esas piedras que tantas veces buscaba en Brasil para venderlas a los joyeros occidentales, su melena negra al viento y su infatigable sonrisa, no había mayor placer para un hombre. En Argentina bajo hasta Ushuaia y allí estuvo un año con una expedición científica realizando cuatro inmersiones diarias en el polo sur, harto de tanto frío decidieron buscar el calor de Senegal buena tierra pero muy complicada siempre había luchas cercanas recorrió todas las costas de África con buenos fondos marinos y gracias a una productora americana de ahí salto al mar rojo diez años allí era el guía mas solicitado por todas las agencias del mundo, pero cuando el mar rojo se masifico había que escapar y de hay a Canadá, Groenlandia y el Mar Negro y por fin llegando a los sesenta años decidieron venir a la tierra de Carlos, España mas concretamente, Murcia y su pueblo Mazarron, alquilo una pequeña casita junto a la playa de Molinuevo y todas las mañanas salía a bucear con los diferentes centros de buceo. No tenia predilecciones a el le gustaba ofrecer sus conocimientos, gratis, eso si cuando alguno decidía pagarle él lo cogia, como decía el capitán Tato.-si alguien te da dinero nunca lo rechaces es mejor pecar de egoísta que de tonto.
Todo era perfecto hasta aquella fatídica mañana del 28 de febrero , que cuando llego a casa se encontró a Elisa tirada en medio del salón totalmente inmóvil, llamo rápidamente al servicio de urgencias y en el hospital le informaron que tenia tres tumores en la cabeza y que su llama se apagaría rápidamente, Elisa ya lo sabia se los habían detectado en una revisión por un problema en la vista, le realizaron un escaner y le dieron la mala noticia pero ella no se lo dijo a Carlos para que siguiera con su gran afición el buceo. Sentado al lado de su cama todos los días le contaba como estaba la mar y revivían todas la historias de sus viaje, hasta que una mañana cuando Carlos se despertó , vio a Elisa con los ojos cerrados , las manos en el pecho y su preciosa sonrisa, parecía una ángel de esos que vieron en Roma cuando visitaron la Catedral de San Pedro, ya que Elisa era muy cristiana cosa que Carlos después de haber conocido tantas atrocidades del hombre nunca pudo creer que un Dios bueno y piadoso pudiera permitir tales brutalidades, la miro largo rato hasta que observo que no respiraba se había ido. Elisa la única persona que le ayudaba a vivir. El funeral fue rápido y discreto. Que duro fue volver de nuevo a casa, tan silenciosa y tan vacía. Los meses siguientes no volvió a bucear, ya no tenia ganas, sus compañeros de inmersión le iban a buscar pero el no habría ni la puerta y empezó a rondarle una idea, la deshecho volvió a pensarla la volvió a desecharla pero según pasaba el tiempo cada día le satisfacía mas.

Carlos miro el radar faltaban tres millas hasta el lugar elegido y centro su vista en el horizonte el sol estaba casi en lo alto las gaviotas rodeaban el barco y la mar estaba bella, hermosa y placida como a el le gustaba. La pantalla empezó a pitar y la marca parpadeaba, ya estaba en el lugar elegido detuvo el pequeño cascaron miro el sonar y comprobó profundidad 267 metros. Seria suficiente pensó. Se quito su roída camiseta cogio su traje de goma Nemrod y empezó a colocárselo ,revisó el manómetro de la botella y comprobó la carga 100 bares.- perfecto, mas que suficiente .- farfullo.
Se ato el cinturón con seis pastillas y al colocarse la botella a la espalda coloco otras cuatro pastilla en cada bolsillo, no quería fallar. Miro por ultima vez a su barco fijo la mirada en el cielo se sentó en el carel del barco se coloco su vetusta mascara, el regulador a la boca , un ultimo suspiro y se hecho hacia atrás comprobó el profundimetro y empezó a deshinchar el chaleco, 3 , 5, 7 metros 10, 15, tuvo que compensar con un pequeño trago de saliva 20, 22,25,35 metros…..,le vino a la mente la cara de Elisa y su pelo revuelto en con el viento del malecón 38, 40 45 ….que bella era y como bailaba con lo mal bailarín que era él que paciencia había tenido; Elisa siempre quería enseñarle a bailar salsa pero nada que no había forma era como un pez fuera del agua 49,50,53….,bueno ya no había vuelta atrás,58,59, 60, 63……. empezó anotar un pequeño mareo, cerro los ojos 68,70,75,80,88 …..El ultimo número que reconoció tenia tres cifras y, forzó su mente y se vio agarrado Elisa en la cubierta del barco del mar rojo riendo y planeando su futuro…….y por fin el gran y oscuro azul.